En esta oportunidad quise escribir sobre un motivo de consulta frecuente al fisioterapeuta: lesiones deportivas. Antes, quería recomendarles encarecidamente que no traten de soportar el dolor de una lesión: dejen de jugar o de hacer ejercicio cuando sientan dolor. Algunas lesiones deben ser inmediatamente examinadas por un profesional y otras las puedes tratar tú mismo. Ahora sí, empecemos:

Una lesión deportiva es un daño que ocurre durante la actividad física o una práctica deportiva. Se clasifican, según su aparición, en agudas y crónicas. Las lesiones agudas ocurren de manera repentina mientras se está realizando una actividad; un ejemplo de esto pueden ser los esguinces de tobillo y las fracturas. Por otro lado, las lesiones crónicas se deben a la practica prolongada de un deporte u otra actividad física.

Algunas lesiones ocurren de forma accidental y otras son el resultado de malas prácticas deportivas o del uso inadecuado del equipo de entrenamiento.

Técnicas de rehabilitación deportiva más utilizadas

1- Crioterapia

Se utiliza de muy diversas formas donde los más destacados son el Masaje con hielo (post-competición), los Baños de Inmersión (en esta técnica se combina la crioterapia y la hidroterapia) las Crio-Saunas y aplicaciones con chorro frío. Los mejores resultados se obtienen con baños de inmersión, duchas frías y el masaje post-competición con hielo. La duración de la aplicación no debe exceder de 10 minutos

Actuará a 3 niveles diferentes:

Disminuirá el metabolismo de las células, controlamos así la formación masiva del edema.

El hielo es analgésico.

El hielo actuará también como antiespasmódico.

2- Vendaje funcional

Con esta técnica conseguiremos limitar la movilidad del tejido lesionado sin repercutir sobre la funcionalidad, evitando así todos los inconvenientes derivados de una inmovilización estricta, mejorando la movilización posterior y la calidad del tejido cicatricial.

En roturas fibrilares y lesiones capsulo-ligamentosas el vendaje limitará el alargamiento de la estructura lesionada, acercando los dos polos de la lesión para conseguir una menor cicatriz, una mejor calidad del tejido cicatricial y por consiguiente una reducción de los tiempos de recuperación.

En las indicaciones tendinosas (tendinitis, entesitis, etc.) el objetivo del vendaje funcional radica en lograr disminuir la solicitación del tejido lesionado, para ello mediante una serie de anclajes se mantendrá la zona que nos interesa en un estado de relajación.

Los dispositivos de inmovilización selectiva se colocarán sobre el vendaje compresivo, sumando así los efectos de ambas técnicas.Para conseguir óptimos resultados, es recomendable realizarlo en las seis horas siguientes a la lesión. El tiempo de permanencia del vendaje irá en relación al deterioro del mismo.

3- Electroterapia

Cuando aplicamos una técnica de electroterapia estamos actuando directamente a nivel celular y sobre el líquido intersticial y podemos acelerar los procesos de restauración de tejidos y sus funciones que de otro modo sería en la práctica imposible de lograr.

Estimulando la actividad celular podemos acelerar cambios, podemos reducir el tiempo de recuperación tras un esfuerzo en el deporte, acelerar la regeneración de heridas, con una dosis correcta de energía aplicada a tejidos específicos que lo necesitan realizamos una acción terapéutica impensable de otro modo.

Hoy en día es demostrable que no utilizar electroterapia en la recuperación de una fractura, una hernia discal o en una osteoporosis es garantizar un retraso en la resolución satisfactoria de las lesiones citadas. Ya es habitual el uso de la electroterapia en úlceras y heridas, en asma y gota, en terapia del dolor, tras intervenciones quirúrgicas de todo tipo y previo a ellas, la electroterapia es hoy en día una de las terapias más útiles y versátiles a nuestra disposición con la que poder ayudar a nuestros pacientes en multitud de patologías

4- Drenaje linfático manual

Con esta práctica, favorecemos la eliminación por vía linfática de los restos de células y tejidos lesionados, así como el líquido acumulado en la zona dañada, evitando de esta manera su encapsulamiento y una posible fibrosis.

Actuaremos siempre y cuando la hemorragia haya llegado a su fin, empezando por tratar zonas alejadas para irnos acercando al lugar de la lesión progresivamente, teniendo en cuenta que producir dolor durante las maniobras altera el correcto funcionamiento de los vasos linfáticos.

5- El masaje deportivo

Las técnicas de masaje deportivo buscan entre otros objetivos optimizar el rendimiento muscular, prevenir lesiones, encontrar lesiones, apoyo en el tratamiento de lesiones, lucha contra la fatiga y aumentar la capacidad de trabajo.

Este tipo especifico de masaje trabaja activando la circulación de los fluidos, acelerando la eliminación de residuos, toxinas y otros materiales de desecho, así como aumentando la oxigenación del músculo.

6- Kinesiterapia deportiva

La Kinesiterapia utiliza métodos manuales o mecánicos, ya sean activos o pasivos, como la elongación, movilización, propiocepción etc. Con estas técnicas se incide tanto en la recuperación como en la prevención de lesiones.

Actualmente, el fisioterapeuta del deporte está integrado dentro de la plantilla técnica de los clubes y equipos deportivos, así como en pabellones, piscinas, gimnasios y gabinetes de ejercicio liberal.